El grupo armado baleó a una mujer y al efectivo, quien fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez en situación crítica pero no logró sobrevivir; los atacantes buscaban a un preso y hay dos versiones, a la espera del reporte oficial: querían liberarlo o matarlo.
Un policía fue asesinado anoche en Rosario y una enfermera resultó herida luego de que cuatro personas irrumpieran armadas en el Hospital Provincial de Rosario. A la espera del reporte oficial, las primeras versiones informaban que los atacantes habrían ingresado para rescatar a un preso que había sido trasladado al centro de salud.
Según informó La Capital de Rosario, el episodio ocurrió minutos antes de las 22 del martes, en el centro de salud ubicado en Leandro N. Alem al 1400, cuando un móvil del Servicio Penitenciario ingresó con un detenido que iba a ser internado. Según trascendió a través de los primeros relatos, dos jóvenes pidieron pasar al baño en un acceso lateral, pero no se les habrían permitido el ingreso, por lo que comenzaron a disparar contra el personal presente.
El uniformado herido fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) en gravísimo estado, pero no logró sobrevivir.
Según relató el diario La Capital, los delincuentes se escaparon luego del ataque en un auto Fiat Uno. La Policía, por su parte, buscaba esta noche el itinerario que realizó el vehículo para intentar localizar a los atacantes.
El caso se encuentra a cargo de la fiscal Gisela Paolicelli. De acuerdo con la Agencia de Investigación Criminal de Santa Fe, los peritos encontraron en el lugar seis vainas utilizadas y el cargador del efectivo policial en el suelo, además de sangre desparramada.
Distintas versiones
Al todavía no contar con un reporte oficial por parte de las autoridades, algunas versiones deslizaban que una posibilidad podría ser que los hombres no hayan ido para intentar rescatar al preso, sino para matarlo.
Según el diario local, el detenido se trataría de un hombre llamado Gabriel Lencina, quien cumple una condena de más de 22 años de cárcel por homicidio y también por tentativa de homicidio. El hombre sería integrante de la banda de Hernán “Lichi” Romero, jefe de un clan narco del barrio de Nuevo Alberdi que se encuentra preso.
Romero cumple condena como líder de una asociación ilícita y se encuentra a la espera de un juicio en el que la fiscalía solicita 28 años de prisión por el secuestro e intento de asesinato de un hombre al que atacaron en la puerta de su casa, luego lo mantuvieron cautivo en otro domicilio y finalmente lo balearon en una ruta. Lo dieron por muerto, pero no murió. A Romero se lo imputa por instigador de ese hecho, que fue cometido al inicio de la guerra de su clan con la banda Los Monos.
