El veto a la Ley de Financiamiento Universitario es un ataque directo a la educación pública

Desde el frente “Hacemos Renacer Catamarca – Lista 503”, expresaron su más enérgico repudio al veto presidencial de la Ley de Financiamiento Universitario, “una decisión que representa un retroceso histórico para la educación pública en nuestro país y en nuestra provincia”, aseveran.

“El presidente Javier Milei intenta justificar esta medida bajo el pretexto del “equilibrio fiscal”. Nosotros también creemos en la importancia del orden económico y de un Estado transparente en el manejo de los recursos, pero sostenemos con claridad que el equilibrio fiscal que deseamos no puede construirse a costa de las aspiraciones de millones de argentinos a tener una educación mejor. Por el contrario, la educación debe ser priorizada como inversión estratégica en una verdadera revolución educativa que permita aprender, trabajar y producir en un país con más oportunidades para todos”.

Agregan que “detrás de este veto no hay una voluntad real de corregir privilegios ni de mejorar la gestión universitaria: lo que hay es una decisión política deliberada de desfinanciar a la universidad pública y debilitar un derecho conquistado que garantizó durante décadas movilidad social ascendente. Se trata de un ataque ideológico que busca convertir a la universidad en un espacio reservado solo para quienes puedan pagarla, en lugar de fortalecerla como herramienta de inclusión y desarrollo”.

“En Catamarca, el impacto es aún más grave. La universidad no solo garantiza formación profesional de calidad y acceso igualitario, sino que también impulsa la economía regional, genera investigación aplicada y contribuye al crecimiento productivo de la provincia. Su desfinanciamiento significa frenar sueños, desalentar vocaciones y condenar a nuestra juventud a menos futuro”.

“Desde Hacemos Renacer Catamarca – Lista 503 sostenemos que el equilibrio fiscal que la Argentina necesita debe alcanzarse con justicia y visión estratégica: recortando privilegios reales y gastos superfluos, no debilitando el derecho a estudiar de los sectores más vulnerables”.

“La universidad pública no es un gasto: es la inversión más importante que puede hacer un país para garantizar desarrollo, igualdad y soberanía. Por eso, convocamos a todos los sectores políticos, académicos y sociales a defenderla con firmeza”.

“La educación es la base de un proyecto de país con futuro. No vamos a permitir que se la sacrifique en nombre de un ajuste que mira números y no personas”.