El gobierno nacional tomó la polémica medida en momentos en que productores yerbateros de Misiones amenazan con no iniciar la zafriña de verano, jaqueados por los aumentos de sus costos fijos y mientras los precios que reciben los definen unas pocas empresas que dominan el mercado.
Así quedó plasmado en el Decreto 812/2025 publicado este martes en el Boletín Oficial con las firmas de Milei; el Jefe de Gabinete, Manuel Adorni y el ministro de Economía, Luis Caputo.
Nacido en 2002, el INYM regula desde entonces la actividad y fija precios mínimos para sostener la actividad de los productores. Ahora el gobierno libertario le impedirá dictar cualquier medida que pueda afectar la competencia en el mercado.
Entre los considerandos de la medida el Gobierno advirtió que “resulta necesaria una modernización” del INYM “de manera que focalice sus actividades en las verificaciones de calidad, al tiempo de impedir su intromisión en un mercado competitivo”.
Productores de yerba en crisis
Afectados por la crisis que azota al sector, productores yerbateros de Misiones amenazaron con no iniciar la zafriña de verano, jaqueados por los aumentos en los costos de mano de obra, combustibles e insumos, entre otros ítems.
La zafriña de yerba es la cosecha estival de la yerba mate, que se realiza de forma más acotada en los meses de diciembre a marzo. Este período se distingue de la cosecha principal (la “zafra”), que ocurre entre marzo y octubre, porque la zafriña genera un menor volumen de producción.
Los productores vienen denunciando la afectación del rubro desde la asunción de Javier Milei.
“A partir de la desregulación de la actividad yerbatera por la vía del Decreto 70/2023, de la Nación, con la pérdida de funciones del Instituto Nacional de la Yerba Mate y tras haber habido una cosecha récord en el 2024, se produjo una tremenda caída de los precios, golpeando la economía de más de 35.000 familias de productores y trabajadores rurales”, señalaron.
Claudio Hacklender, referente de los productores yerbateros, indicó “la situación realmente es bastante complicada” y que “hubo aumentos constantes de todos los insumos y del combustible”. En esa línea, aseguró que en octubre subió también la mano de obra, y eso implica un incremento más en nuestros costos fijos.
“Nosotros terminamos la zafra con 240 pesos el kilo de hoja verde puesta en secadero. El paquete en góndola vale unos 4.000 pesos. Hay alguien que se está quedando con esa gran diferencia, y no somos justamente los pequeños productores”, apuntó en diálogo con Radioctiva 100.7.
Por ese motivo, completó, “las ganancias que nos quedarían son realmente ínfimas, no vale la pena tratar de cosechar porque no nos va a sobrar absolutamente nada”.




