En el marco del Día Mundial de la Alimentación, se desarrolló en el INTA Catamarca un taller sobre elaboración de alimentos saludables a cargo de la técnica del ProHuerta, Andrea Villafañez y el cocinero profesional y jefe de cocina del Hospital de Niños, Bruno Agüero. Participaron agentes sanitarios y personas vinculadas al ProHuerta y a la institución, interesadas en la alimentación saludable.
Sumados al objetivo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) de alcanzar la meta del Hambre Cero en 2030, desde la institución se organizó el evento con el objetivo de promover una alimentación saludable a partir de la utilización de alimentos de la huerta.
Al respecto el director del INTA catamarca, Rafael Caeiro comentó que “la iniciativa se dio como una oportunidad de aprovechar el día mundial de la alimentación hacer esto que nos vincule con esta problemática que la FAO instauró esta celebración, nos parece interesante que juntos con el programa Prohuerta del INTA, en el que uno de sus pilares es apuntar hacia una alimentación saludable, tener una oportunidad de un taller de aprovechamiento de los productos que se cultivan en la huerta. Esperamos que todos los alimentos que se elaboren sean degustados, y que las recomendaciones de Andrea y Bruno sean tenidas en cuenta”.
Andrea Villafañez por su parte reforzó las palabras de Caeiro y remarcó la importancia de elaborar alimentos de una manera saludable y “aprovechando los cultivos de la huerta”.
Luego de la presentación del taller, se dividieron a los asistentes en grupos, otorgándoles un listado de elementos disponibles para elaborar una entada, un palto principal y un postre. Al finalizar se presentaron los alimentos y se procedió a su degustación.
Día Mundial de la Alimentación
Se celebra anualmente el 16 de octubre para conmemorar la fundación de la FAO. Cada año tiene un tema diferente, para este 2018 el tema es: “Nuestras acciones son nuestro futuro. Un mundo #sinhambre para 2030 es posible “.
La FAO tiene como objetivo elevar los niveles de nutrición en todo el mundo, mejorar la productividad agrícola en todos los niveles, mejorar la vida de las poblaciones rurales y contribuir al crecimiento de la economía mundial. También brinda asistencia a los países que cambian su política agrícola, para ayudar a las regiones en situaciones de hambruna, así como para ayudar a implementar la tecnología apropiada y facilitar un entorno neutral para discutir temas relacionados con la producción de alimentos.