viernes, noviembre 22, 2024
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Drama por la sequía en Uruguay: sale agua salada de los grifos

Sin lluvias pronosticadas, la empresa estatal de agua corriente reparte agua con camiones cisternas en escuelas y hospitales. El gobierno quitó el IVA al agua mineral y anunció la construcción de una represa provisoria.

La sequía que afecta a Uruguay desde hace al menos dos años está teniendo en estos últimos meses un efecto crítico en los hogares de Montevideo y sus alrededores. La escasez del recurso natural en los embalses que nutren a OSE –la empresa pública encargada del abastecimiento– provocó un aumento de los niveles de cloruro y de sodio en el agua que sale de la canilla.

OSE cuenta con una planta potabilizadora en Aguas Corrientes, en el departamento de Canelones, a 60 kilómetros de Montevideo. Desde allí, toma agua dulce del Río Santa Lucía Grande, que llega del norte. En la jerga, se suele decir que esa agua viene de “río arriba”, según explica una nota del diario El País publicada en mayo.

Pero las fuentes de las que se nutre el Río Santa Lucía Grande tienen escasez del recurso natural –o están directamente secas–, por lo que el agua que aportan no es suficiente para abastecer al área metropolitana. En esa zona viven cerca de dos millones de personas, más de la mitad de la población uruguaya.

La plata potabilizadora de Aguas Corrientes, entonces, debe recurrir a lo que se denomina “río abajo” para tomar el agua que necesita: en lugar de potabilizar el agua que llega desde el norte, lo hace con la que viene del sur.

El agua que toma OSE está más cercana al Río de la Plata, en donde el recurso natural tiene más cloruro y sodio, dos elementos que no se pueden eliminar en la planta potabilizadora. Así, el agua que llega a los hogares es más salada.

Esta composición del agua llevó al gobierno a recomendar que las embarazadas y personas con enfermedades renales crónicas, insuficiencia cardíaca y cirrosis eviten el consumo de agua de OSE.

Las medidas

Una de las fuentes que nutre al Río Santa Lucía Grande es la represa de Paso Severino, ubicada 87 kilómetros al norte de Montevideo. Es una gran reserva de agua dulce que tiene OSE, pero ayer se conoció un dato que encendió (aún más) las alarmas. Su caudal contaba con apenas un 1,87% de su capacidad total, según las cifras oficiales difundidas por el noticiero uruguayo Telemundo.

A este panorama crítico se le suma que no están pronosticadas lluvias intensas para las próximas semanas.

El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, decretó el 19 de junio la emergencia hídrica para Montevideo y alrededores, y anunció una serie de medidas para paliar la situación. Una de las soluciones provisorias que el mandatario informó es la construcción de un embalse en la zona del Río San José, al oeste montevideano, y un sistema de cañerías.

Lacalle Pou adelantó que el embalse estaría construido en un máximo de 30 días. Sin embargo, las seis empresas encargadas de la obra se comprometieron a hacerla en dos meses, según informó El Observador este fin de semana.

Lacalle Pou promovió la exoneración de impuestos al agua embotellada, que estaba gravada con un 22% de IVA y un 10,5% del Impuesto Específico Interno (Imesi). Así, un bidón de 6,25 litros de la empresa Salus pasó de costar $ 129 (USD 3,44) a valer $ 89 (USD 2,34), según sus precios sugeridos.

El gobierno creó un fondo para canalizar los gastos que se requieran en la crisis hídrica. Además, anunció que más de 500.000 personas recibirán dos litros de agua embotellada por día.

Durante el fin de semana, OSE advirtió por posibles cortes de agua en la zona metropolitana por “una serie de maniobras” que estaba realizando para “administrar de manera más eficiente los recursos disponibles”. La empresa estatal recomendó “restringir el consumo de agua”.

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