La pareja presidencial se volvió a encontrar luego de un mes y tras la abrupta salida de Guzmán del Gabinete.
Cuando parecía que el diálogo telefónico que mantuvieron el domingo Alberto Fernández y Cristina Kirchner para consensuar la designación de Silvina Batakis sería el primer paso para encauzar la relación entre ambos y relanzar (una vez más) el Gobierno, la cena que mantuvieron anoche el Presidente y la Vicepresidenta ratificó que las diferencias entre ambos persisten.
Ni la turbulenta renuncia de Martín Guzmán sirvió a la pareja presidencial como baño de realidad: la interna del Frente de Todos anuncia nuevos capítulos.
Fueron más de dos horas en las que el clima frío y de tensión primó en el ambiente. Las diferentes miradas sobre la situación económica del país y la salida de la crisis sigue siendo un punto nodal de conflicto entre el Presidente y su Vicepresidenta.
Sobre le mesa expusieron sus diferencias en torno al gasto público. Cristina Kirchner insiste con que debe ser expansivo sin importar que no se cumpla la meta acordada con el Fondo Monetario Internacional; mientras que Alberto Fernández sigue sosteniendo que el gasto mueve la economía pero que Argentina debe respetar lo pactado con el organismo multilateral de crédito.