Durante la tarde de ayer y con la presencia de la Virgen que llegó en caravana, Piedra Blanca fue el epicentro de la gran fiesta por el 3º Aniversario de la Beatificación de Fray Mamerto Esquiú, que marcó el cierre del Septenario en su honor, realizado en el centenario templo de San José y que incluyó variadas actividades.
Las celebraciones se enmarcaron en la Fiesta de la Protección de Nuestra Madre del Valle, a 20 años del sismo, cuya imagen peregrina partió desde la Catedral Basílica y Santuario mariano en caravana, recibiendo el amor de sus hijos e hijas apostados a la vera del camino, pasando por comunidades de Capital, Valle Viejo hasta la tierra natal de nuestro querido Beato.
Muchos fieles y comunidades educativas e instituciones adornaron con banderas, gallardetes e imágenes religiosas las puertas de sus lugares de residencia, estudio o trabajo, y saludaron con emoción a la Madre Morenita, mientras las bocinas anunciaban y alegraban su paso. Ciclistas, motociclistas, automovilistas la acompañaron en el recorrido de casi una hora.