Se sumaron al ajuste aplicado desde hoy por YPF, y subieron el monto de las naftas y del gasoil un 4,5%.
Luego de que petrolera YPF aplicara un aumento del 4,5% promedio en el precio de sus naftas y gasoil, sus competidoras Shell y Puma movieron sus precios con un aumento similar, este miércoles. En los próximos días, se espera que también lo haga la red de estaciones de Axion.
El aumento en los precios de los combustibles que se concretó esta semana incluyó el traslado a los surtidores de la actualización de dos impuesto que representaron un incremento del 1,3% en el caso de las naftas súper y premium y del 1% en las variedades de gasoil. Pero también una suba adicional que correspondió al retraso de los precios que rondaba un 10%.
Los nuevos precios en las estaciones de servicio de YPF en Santiago son los siguientes: la nafta Premium (infinia) se comercializa a $82 por litro. En el caso de los combustibles diesel, el litro asciende a $67, mientras que el Infinia Diesel trepó hasta los $79. En cambio, en Buenos Aires son: el litro de nafta súper a $67,10; nafta premium a $77,40; diésel a $62,70 y diésel premium a $73,30.
En el caso de Shell, los nuevos valores a partir de este miércoles son: el litro de nafta súper a $67,99; nafta premium a $78,94; diésel a $65,19 y diésel premium a $74,80. En tanto, en las estaciones de Puma Energy, la lista de precios quedó de la siguiente manera: el litro de nafta súper a $67,84; nafta premium a $77,79; diésel a $64,14 y diésel premium a $73,67.
“Con esta suba quedaron los precios de los combustibles desactualizados en un 5,5%, según lo que informan las petroleras. No se esperan más aumentos hasta el 15 de enero, que es la fecha prevista por el decreto oficial. Hay que ver qué posición toma el Gobierno Nacional a través de YPF, que es la que viene marcando la cancha. Hasta ahora, sale primero YPF y el resto la sigue. Todos los aumentos han sido de la misma forma”, explicó Gabriel Bornoroni, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha).
De acuerdo con un relevamiento realizado por Cecha, la pandemia configuró una “nueva normalidad” con una circulación reducida (entre otros motivos por el home office y las escuelas cerradas), donde la demanda de combustibles es un 20,4% menor, lo que pone en peligro la supervivencia de muchas estaciones de servicio que operan a pérdida.
En el caso de las naftas, la caída de ventas fue del 64,5% entre febrero y abril, luego se recuperó 72,2% en mayo y junio, y 16,2% adicional entre junio y octubre, quedando todavía 28,9% por debajo del nivel registrado en febrero, el último mes previo a la pandemia.
En el caso del gasoil, la caída fue del 25,9% entre febrero y abril, se recuperó 17,3% durante mayo y junio, y aumentó sólo 0,7% entre junio y octubre, quedando todavía 12.5% por debajo del nivel de febrero. Esto se debe en parte a que la demanda del gasoil históricamente está traccionada por la actividad del sector rural y transportista, que siguió trabajando pese a la pandemia.