La 50º Fiesta Nacional del Poncho en formato virtual, se despidió anoche con récord de público desde las múltiples plataformas que se sumaron a la transmisión del streaming. Una mujer de Pomán, madre de cinco hijos y ama de casa, se ganó al ansiado automóvil 0 km.
“Supimos adaptarnos a las circunstancias y permitir que toda Catamarca disfrute, a pesar de la pandemia, de una de sus fiestas más importantes”, destacó el gobernador Raúl Jalil al participar del cierre de la 50º Fiesta Nacional del Poncho en formato virtual que culminó la noche del domingo 1º de agosto con récord de público desde las múltiples plataformas que se sumaron a la transmisión del streaming producido por el Ministerio de Cultura y Turismo de la Provincia.
Con el lanzamiento de la campaña turística “Algo distinto para contar” con la que Catamarca irrumpirá en la escena nacional y con la presencia en el Cine Teatro de la secretaria de Promoción Turística de la Nación, Yanina Martínez, Catamarca concretó la última de las ocho noches de su fiesta más querida.
La ceremonia protocolar de cierre contó con la presencia de autoridades gubernamentales y legislativas, entre ellos la diputada nacional Silvana Ginocchio, la ministra de Planificación y Modernización, a cargo de Cultura y Turismo, Susana Peralta, junto a la secretaria de Gestión Cultural, Daiana Roldán, entre otros invitados especiales. Además, se sorteó el automóvil 0km y la agraciada por Mariela del Valle Aban, oriunda de la localidad de Rincón, departamento Pomán.
Con la conducción de Jorge Álvarez, Mariana Ventrice y Carlitos Ponce, inició luego el tiempo de la muestra musical con la presencia de Adriana Figueroa, dueña de una voz que le permite conjugar el canto folclórico con la música ciudadana. Esta vez, presentó un repertorio que se basó en temas como “La Arribeña” y “Sirviñako” para finalizar con “Zamba de la Añoranza” (en la voz de su hijo Rafael) y “Salamanquiando Pa´ Mi”.
Las delegaciones artísticas de El Alto y del norte belicho -más precisamente de las jurisdicciones de Villa Vil, Puerta de Corral Quemado y Corral Quemado-, aportaron el calor y color de su música y baile para mostrar al mundo aquellas virtudes paisajísticas que se han ganado un destacado espacio en el mapa turístico de Catamarca. En este contexto, se sumó el brillo que expuso el Ballet Danzar Joven -de la localidad de Alijilán- en una puesta en escena que apuntó a revalorizar la esencia de esta celebración.
Con una propuesta profesional y de alto nivel, la formación de Los Rieles se ha constituido en una de las expresiones del cancionero catucho, demostrando su arte en innumerables escenarios locales y nacionales. Y así lo dejaron expuesto en esta histórica edición del Poncho el conjunto integrado por Hernando Ríos, Rodrigo Romero y el cantor santarroseño Julio Maidana. Con algunas canciones folclóricas y otras románticas (“Lejos de ti”, “Largos Caminos me Iré” y “Que levante las manos”) expusieron que esa música que despliegan desde hace veintiún años está netamente ligada a una movida renovada del folclore.
También tuvo su momento la joven y ascendente cantora Daniela Figueroa, que demostró que lleva al folclore como un lenguaje impreso en el cuerpo. Sus notables condiciones vocales y su crecimiento en lo artístico quedaron de manifiesto en la obra que llevó adelante en esta ocasión e incluyó la zamba “Cómo Será” y canciones de su autoría tituladas “Delirio Sin Final” y “Ladrón de Sueños”. Una propuesta que sabe conjugar la juventud con la pasión por el canto autóctono.
El cierre de una edición tan especial como la N° 50 no se privó de mostrar la excelencia de sus artistas, principalmente en lo que se refiere al ritmo tanguero. Tomas Galván y Gimena Herrera se adueñaron del escenario con el acompañamiento de sobresalientes músicos como la pianista Noelia Díaz y Sergio Mercado para brindar un espectáculo de increíble jerarquía, ese que muestran en distintas partes del mundo.
Luego se sumaron a escena Las Voces del Viento y dejaron en claro porqué son sinónimos de fiesta y alegría, connotaciones que les han marcado el horizonte en este camino por defender y difundir la música y poesía del cancionero catucho. La fiesta se mantuvo en alto con la presencia de Ecos del Litoral, una agrupación liderada por José Pachado que demostró estar acostumbrada a aportar el clima festivalero en cada escenario al que son convocados.
La última luna contó también con la presencia de La Triada, formación con notable proyección caracterizada por un repertorio que tiende a mezclar clásicos del folclore y canciones propias con toda la fuerza de los instrumentos modernos, constituyéndose en una propuesta fresca y para todos los gustos.
El trovador oriundo del departamento de Fray Mamerto Esquiú, Néstor Pacheco, ratificó por qué es uno de los más preponderantes representantes del cancionero tradicional de esta tierra. En esta ocasión y acompañado por sus incondicionales músicos Omar Barrionuevo y Quito Villagra, estructuró una obra que tituló “Catamarca, tierra adentro” con clásicos de la poesía y música local y para ello eligió una canción de cada una de sus tres producciones discográficas. Temas como “La Despedida”, “Fiambalá” y “Zamba de la Añoranza” reflejaron a un artista catucho por excelencia.
Uno de los mayores exponentes del canto catamarcano por excelencia como es Emilio Morales tuvo a su cargo el cierre de una especial e histórica edición de la Fiesta del Poncho. Con una batería de zambas y chacareras en las que sobresalieron “Paisaje de Catamarca” y “Chacarera del Infiernillo”, el cantautor expuso su identidad y demostró
Una última jornada que, sin dudas, acercó de manera virtual pero al mismo tiempo muy concreta todo lo que caracteriza a las noches festivaleras del Poncho. Con el fiel acompañamiento del público, que ya aguarda el paso de un nuevo año para poder revivir una celebración que se ha transformado en el mágico punto de unión para los catamarqueños. Y, en este debut virtual, también le dio al Poncho la posibilidad de ser disfrutado por miles y miles de personas desde distintos puntos del país y del mundo.