Rocío Bonacci, que formó parte de la reunión en la cárcel de Ezeiza, aseguró que “fue todo muy irregular”. También, detalló cómo ingresaron los legisladores al lugar para el encuentro.
La diputada de La Libertad Avanza Rocío Bonacci, que formó parte del encuentro junto a otros seis legisladores libertarios que se reunieron con represores en la cárcel de Ezeiza, reconoció que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aceptó que se lleve a cabo la reunión.
En diálogo con Radio Mitre, la legisladora detalló la planificación de la reunión con genocidas de la última dictadura cívico-militar: “Lo craneó Beltrán (Benedit), supongo que con ayuda de Guillermo (Montenegro) y, parece ser, a raíz de unos chats que salieron ayer, todavía no lo charlé con el bloque, que esto tenía un okey de Patricia Bullrich”.
En ese sentido, precisó cómo ingresaron los diputados a la cárcel de Ezeiza para mantener el encuentro. “Simplemente nos abrieron la puerta, ingresamos, conversamos, nos recibieron muy cordialmente y los diputados teníamos todos nuestros teléfonos. Fue todo muy irregular. De hecho, ingreso al pabellón consciente de que me iban a tantear los bolsillos, que me iban a pedir el teléfono y más datos y no pasó”, afirmó.
En tanto, rechazó el proyecto de ley para buscar la liberación de genocidas: “Le comuniqué a Beltrán que no me iba a poner a defender este proyecto que tira a la basura 40 años de democracia. No merecen que gastemos nuestro tiempo. Fueron horas desagradables. No me quedó otra que quedarme ahí, en un momento de la reunión pedí retirarme y me pidieron que esperara para salir todos juntos”.
También, afirmó que determinó no participar activamente de la visita, a pesar de que permaneció en el lugar. “Les comenté que no quería participar, que no iba a presentarme con los genocidas, que iba intercambiar información ni dialogar porque me repugnaba, estaba descompuesta del estómago”, marcó.