La megainvestigación que lleva adelante el fiscal de instrucción n° 5, Hugo Costilla, sumó en las últimas horas a un nuevo detenido.

No se descarta que en la jornada de hoy, tras el feriado nacional, varios de los sindicados en el expediente se presenten de forma espontánea ante la Justicia y queden luego detenidos para las audiencias de indagatorias de imputados.
En principio, según explicaron fuentes judiciales, estas personas, quienes superarían la docena de involucrados, podrían ser acusadas de los supuestos delitos de encubrimiento e incumplimiento a los deberes de funcionario público.

Se trata de los empleados del Poder Judicial de la Provincia, de la Dirección de Catastro, de bancos, de la Fiscalía de Estado y la Policía de la Provincia, que por su función en los organismos mencionados eran los “facilitadores” de la información a los cuatro “cabecillas” ya detenidos desde el sábado, para ejecutar las millonarias estafas que investiga la Justicia.

A media mañana de ayer, el oficial principal de la Policía de la Provincia, Denis Chayle, se presentó de manera espontánea en la División Investigaciones de la Policía en calle Tucumán y se puso a disposición de la Justicia, haciendo entrega voluntaria del arma reglamentaria. Seguidamente, sus colegas lo arrestaron y lo alojaron en uno de los calabozos, informándole vía telefónica de la presentación al fiscal, quien dispuso que previo examen médico en Sanidad Policial sea llevado al cuartel de Bomberos donde quedó detenido. Según se pudo saber se le iniciará el sumario administrativo al efectivo.

Fuentes de la investigación señalaron que, además de los cuatro “cabecillas”, de apellidos Vega, Del Campo, Gordillo y Águles, en la investigación había muchas más personas sindicadas que se podrían presentar de forma espontánea.

Tal es el caso de este oficial principal Chaiyle, quien al tomar conocimiento de que la Justicia lo investigaba por formar parte de esta banda criminal de asociación ilícita y estafas, decidió ponerse a disposición.

Chayle prestaba servicio últimamente en la Comisaría Décima de la Capital, pero se desempeñó por muchos años hasta finales del año pasado en la División Inteligencia de la Policía de la Provincia. Habría sido “separado” del lugar ante las sospechas de su posible participación en los hechos que ahora investiga la Justicia.

Abusando de su autoridad y de su rol como servidor público, Chayle, junto con al menos otros tres policías ya identificados por la Justicia, quienes se espera que se presenten en las próximas horas, tenía la tarea de seguir a los propietarios de vehículos embargados por orden del juzgado comercial y de ejecución para luego informar su ubicación a los “cabecillas”. Posteriormente, la martillera —otra de las detenidas— se presentaba en el lugar y ejecutaba la orden sin previo aviso al damnificado.

Además, realizaba un seguimiento previo a las potenciales víctimas.