Para el miércoles no se esperan cambios de tendencias. Se licitaron letras: bien las Letes en moneda de EEUU, pero fue más complicado para los títulos del Tesoro en pesos. Afuera, ADRs en baja, con caídas de hasta 10 por ciento
No se puede hablar de disparada del dólar o de corrida cambiaria, porque no se cumple con ninguno de esos requisitos. Tampoco se debe a una voracidad de los fondos de inversión del exterior que hicieron carry trade con los plazos fijos y ahora vuelven a dólares. Esos fondos hace tiempo que se fueron de la plaza.
El problema es qué hacer con los pesos. Los bonos en dólares –que se pueden comprar en pesos– están en baja, el plazo fijo rinde menos que la inflación, las acciones están atadas a los malos balances que genera la política monetaria con sus elevadas tasas y el horizonte político es confuso.
No se puede hablar de corrida cambiaria cuando los depósitos en dólares rondan su máximo histórico del siglo XXI con USD 30.000 millones. Nadie está retirando los dólares del banco. Es más, para muchos es un alivio porque se ahorran pagar cajas de seguridad. Los plazos fijos en pesos dejaron de crecer, pero no tuvieron una caída notable. El sistema financiero está bien y los inversores confían.
Lo que está viviendo el mercado es una ausencia de vendedores de dólares que no ven inversiones rentables en los pesos. Venden cuando necesitan hacer pagos ineludibles. Lo mismo sucede con las liquidaciones del sector agropecuario, ofrecen los dólares necesarios para no tener que acudir al crédito bancario. No invierten en maquinarias porque ese dinero lo necesitan para la siembra y saben que el apoyo de los bancos es inviable para una actividad que está aplastada por impuestos y retenciones.
Por eso cuando el Banco Central sube la tasa de interés, alienta a que los dólares desaparezcan del mercado y se tornen más caros. La Argentina se ha convertido en el más sorprendente laboratorio para las teorías económicas. La suba de tasas solo alcanzó uno de los objetivos. Según los libros de economía deberían detener el consumo, provocar una baja de precios y del dólar, porque la moneda local buscaría ir a los bancos tras la elevada renta de esas tasas. Pero lo único que logró el ajuste monetario fue la recesión y no pudo bajar la inflación ni el tipo de cambio. Por supuesto, no hay que descartar al año electoral como el peor enemigo de los inversores y el que más riesgo ocasiona.
Por eso, en este nivel las tasas pasaron a ser parte de los elevados costos. El Estado en la Argentina no puede hablar de empresas privadas ineficientes. Es el Estado mismo el ineficiente que no ha hecho el ajuste sobre el sector público y no tuvo más remedio que arrasar con el sector privado sin discriminar a eficientes de ineficientes.
Por eso el dólar, que todavía no llegó a la mitad de la línea de flotación y está lejos del tope, se ubicó en el precio máximo histórico. Pero hay que entender que esto no significa que el dólar está adelantado, porque la inflación le ha quitado parte de lo ganado. Lo que ocurre con el dólar es una actualización severa del tipo de cambio y una cobertura por la inestabilidad política.
En bancos y casas de cambio, la divisa al público subió 68 centavos (+1,58%) a $43,67 y superó el récord de $43,50 del 7 de marzo pasado. El “blue”, que sigue el movimiento del mercado oficial, subió 1,20% a $ 42,72 con un buen movimiento porque el negocio es la diferencia entre el precio de compra y venta. En bancos y casas de cambio, la brecha llega a un peso contra 35 centavos del dólar marginal.
En la plaza mayorista el dólar sobre el final tocó $42,72 pero no se pudo sostener. Los operadores siguen una rutina. Hacen dos paradas cuando se licitan las Letras de Liquidez (Leliq) y después retoman su ritmo alcista con altibajos. Al cierre el dólar quedó en $ 42,65, lo que equivale a una suba de 57 centavos (+1,35%).
La licitación de Leliq no influyó. El Banco Central tomó $190.801 millones a 66,92% anual a 7 días que es 0,10% más elevada que la del día anterior. Pero como no pudo renovar todos los vencimientos de estos títulos liberó para el miércoles nada menos que $ 18.200 millones que le darán más fuerza a los compradores de dólares del miércoles.