El cuerpo nos da una serie de síntomas físicos y mentales para avisarnos que estrés está fuera de control, a pesar de todos nuestros intentos por calmarnos.

Acné en el cuerpo:

El acné afecta al rostro, las personas se tocan la cara con las manos sucias. Pero, el estrés puede hacer que este aparezca en la espalda y alrededor del cuello.

Pérdida de cabello:

El estrés prolongado o una intensa explosión emocional pueden causar un cambio en los folículos pilosos. Esto hace que pueda llevar a la perdida de pelo.

Dolores de cabeza:

El estrés conduce al insomnio, a la deshidratación, y a un mayor consumo de dulces o alcohol. Esto genera dolor de cabeza.

Resfriados muy frecuentes:

La función reducida del sistema inmunológico abre la puerta a muchos virus y bacterias.

Trastornos del tracto gastrointestinal

La exposición a altos niveles de estrés puede causar estreñimiento o diarrea, dolores de estómago e hinchazón.

Insomnio:

El cuerpo y a la mente no se relajan antes de irse a la cama, lo que conduce al insomnio.

Cambios en el apetito:

Puede haber dos extremos: una falta completa de apetito o un consumo excesivo de alimentos sin sentirse lleno.