Se trata de una mujer de 22 años que estaba a dos semanas de terminar el curso e ingresar al cuartel del cual era miembro su padre. Tras el rechazo, su papá dejó de ser bombero.

Carla tiene 22 años. Es guardavidas y amante del mar. Le quedaban sólo dos semanas para terminar el curso para formar parte del cuartel de bomberos de Derqui, donde su papá presta servicio hace casi 15 años. Hace apenas dos meses compartió una experiencia que describió como “inolvidable” al compartir servicio con su papá.

Sin embargo, a dos semanas antes de terminar y convertirse en bombera, las autoridades del cuartel le informaron que no podía continuar con el curso. “Me dijeron que habían visto una foto mía armando un cigarrillo y dedujeron que era de marihuana, por lo que me acusaron de drogadicta”.

“Yo fumo cigarrillos armados. Me dijeron que esa foto era con un porro y hasta ya habían hablado con mis padres diciéndoles que yo era drogadicta. Nunca consultaron nada, sólo interpretaron y decidieron eso”, comentó.

Sin embargo desde el cuartel le dijeron algo mucho peor, que su entorno, la gente con la que se rodea no “encajaba” con lo que ellos necesitaban. “Yo tengo una pareja que es mujer. Es discriminación pura, me cerraron la puerta en la cara”, contó.

Al enterarse de la noticia, su papá que daba servicio desde hace 18 años en el cuartel de forma voluntaria, renunció ante la discriminación que sufrió su hija.

Carla, apoyada por su familia, amigos y allegados, aseguró que acudirá al INADI para denunciar el caso de discriminación. En tanto, desde la institución señalaron que la desvinculación fue por el faltante de un certificado médico y agregaron que no harán declaraciones públicas al respecto.