Luego que se conocieran las cifras del índice de precios de febrero, el presidente Alberto Fernández anunció que el viernes comenzará “la guerra contra la inflación”, por lo que el Gobierno Nacional se encuentra analizando una batería de medidas para contener las subas, en especial en los alimentos.
Uno de los principales temas que buscará contener el Gobierno es el aumento del precio de los alimentos, en especial del de los commodities agrícolas.
El trigo, por caso, es uno de los que exhibió mayor volatilidad con impacto directo en los principales productos de consumo, ya que su precio internacional escaló de US$ 322 la tonelada un día antes de que se produzca la invasión a más de US$ 400 en la actualidad, aunque supo cotizar por encima de los US$ 500 la tonelada.
Ante esta situación, el Gobierno buscó amortiguar su efecto con la concreción de un fideicomiso de 800.000 toneladas de trigo para la elaboración de harina 000 y fideos secos dentro del plan +Precios Cuidados.
Además de esto, planea poner en funcionamiento otras herramientas, a partir de la obtención de recursos vía eliminación del diferencial en los derechos de exportación que beneficia a los subproductos de la soja, como los son el aceite y la harina, sin necesidad de aumentar las retenciones a los granos.
Tras la suspensión del Registro de Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) concretada el domingo pasado, el presidente Alberto Fernández se reunió el lunes con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez.
El domingo hizo lo propio con el titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán; con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; y con el secretario de Comercio, Roberto Feletti.
Allí analizaron una serie de medidas que se podrían anunciar en los próximos días, entre los que se encuentran la modificación del decreto con el subsidio para la exportación del aceite y harina de soja, que de esta forma pasaría del 31% al 33%, para ampliar el fideicomiso del trigo en alrededor de US$ 450 millones.