“En un marco de suma presión inflacionaria y tasas de intereses reales negativas no sorprenden los movimientos recientes en los diferentes tipos de cambios. Algo esperable, luego de varios meses donde la inflación se ubicó en torno al 3,6/4,8% mensual y los tipos de cambio alternativos se mantuvieron casi congelados. Está claro que el dólar oficial se puede controlar con regulaciones, mientras que el CCL/MEP, si bien se pueden intervenir mediante la operatoria de bonos, cuestan más regularlos. La correlación entre los dólares de la bolsa y el blue venía siendo bastante alta, pero en la última semana el tipo de cambio paralelo presentó alzas de mayor velocidad. De todos modos, es importante remarcar que el mismo aún sigue por debajo del dólar solidario”.
Matías Rajnerman, Economista Jefe de Ecolatina:
“Hay tres o cuatro grandes factores. En primer lugar, el blue en el primer trimestre y la inflación fue del 13%; por lo tanto, hay una suba que tiene que ver con esa actualización de precios. En segunda instancia, creo que hay una suerte de efecto de expectativas de cuarentena. En tercer lugar, las colocaciones en pesos cada vez rinden menos; la tasa real se hace negativa y eso también alienta al dólar. El cuarto factor es la incertidumbre, en medio de la cercanía del vencimiento de deuda con el Club de París y la segunda ola de Covid-19; cuando hay turbulencias, la demanda de dólares es un buen refugio”.
Christian Buteler, analista financiero:
“No sorprende esta suba ya que se percibía barato en la zona de los $140, más teniendo en cuenta una inflación del 4% mensual. No es muy sostenible un dólar en calma con una inflación en esos niveles. Lo que sí sorprende es la velocidad que tomó la suba en estas últimas 48 horas. Un salto del 10% en una semana es un dato que enciende algunas luces amarillas. La evolución depende de las políticas económicas y monetarias que tome el Banco Central; si se anuncian restricciones más estrictas, cae la recaudación y el BCRA tiene que salir a emitir más pesos, probablemente el dólar vuelva a tener una suba importante. Si, por el contrario, la autoridad monetaria puede seguir manteniendo una baja en el déficit fiscal y consigue seguir renovando deuda en pesos, no debería seguir esta dinámica.”
Guido Lorenzo, director de la consultora LCG:
“De a poco empieza a reinar un clima de más incertidumbre, la cuestión sanitaria nos hace convivir con eso y las respuestas de la política lo único que hacen es amplificar la misma. El precio del blue refleja esa incertidumbre. Con una inflación fuera de control tampoco es fácil calmar a un público que en la divisa norteamericana encuentra algo de tranquilidad. El nivel no es preocupante pero sí hay que vigilar la tendencia para que esto no sea un dolor de cabeza adicional, más aún atendiendo a que siempre en períodos pre electorales la demanda por cobertura aumenta”.