Sostienen que la vida humana inicia desde el momento de la concepción. “El proyecto de ley perjudica a la madre y al sistema de salud”, expresan y piden a diputados votar en contra de la iniciativa mañana.
Mediante un extenso documento, Médicos catamarqueños se expresaron sobre el proyecto de Ley de Aborto que se debatirá mañana en la Cámara de Diputados de la Nación.
La agrupación de MédicosXLaVida-Catamarca, agrupación que nuclea a cientos de médicos de distintas especialidades médicas y que tiene por fin promover acciones para resolver problemas de salud y del ejercicio médico desde la óptica científica y la ética Hipocrática, ha encomendado el análisis técnico del corriente proyecto de ley de aborto a un equipo de obstetras liderado por el Dr. Edgardo Varela.
Basado en un minucioso análisis, se concluye que:
El aborto es un problema menor de salud pública que se repara sin más aborto. Una práctica destinada a terminar con una vida, jamás puede ser encasillada dentro de los parámetros de la SALUD”.
En 2018 (últimos datos disponibles) hubo en nuestro país 257 muertes maternas (Dirección de Estadísticas e Información-Ministerio de Salud de la Nación)
La mayoría (157) fueron por causas obstétricas directas, es decir por hemorragias, HTA, sepsis puerperal y otras. Por causas obstétricas indirectas (enfermedades crónicas o sistémicas que complican el embarazo, parto o puerperio): 65. Los embarazos terminados en aborto (lo que incluye abortos espontáneos y otras patologías como molas, embarazos ectópicos, etc): 35 . De ellos, sólo 3 se concretaron en establecimientos no oficiales y/o domicilios particulares.
Los legisladores debieran trabajar, en vez, por una LEY para bajar las muertes por causas directas, tal como hemorragias y los estados hipertensivos, que superan hasta en 5 veces las causadas por aborto. Eso SÍ ES ACTUAR CON CRITERIO DE SALUD PÚBLICA.
El aborto legal daña a la mujer.
Después de un aborto legal hay complicaciones tales como:
-Aumento de la infertilidad y abortos espontáneos en hasta en un 10%
-Perforaciones uterinas o rupturas del órgano por Prostaglandinas, etc.
-Hasta un 30% de mujeres que eligen el aborto voluntario necesitan hospitalización, principalmente por embrión/feto retenido o sangrados severos. Muchas de estas internaciones irán en desmedro de otras necesidades por patologías severas, más aún en esta situación de PANDEMIA POR COVID-19.
– Consecuencias emocionalesl o psicológicas, con aumento de un 9 a 59% por estados de depresión, desconexión con los propios sentimientos, aislamiento social , trastornos de ansiedad, Síndrome Post Aborto (descripto como similar al Stress Post Traumático).
La vida humana comienza al momento de la concepción.
La ciencia médica claramente describe que la vida humana comienza con la concepción. Así lo reitera la Academia Nacional de Medicina, quien rechazó todo método de interrupción del embarazo.
En concordancia, la constitución y leyes vigentes afirman categóricamente el derecho del niño a la vida a partir de su concepción, así como el deber del Estado de proteger esa vida, porque nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente.
Nadie tiene derecho a disponer del cuerpo del niño por nacer.
Todos tenemos derecho a disponer de nuestro cuerpo; pero un ser en gestación lleva un ADN diferente, un organismo distinto, sobre el cual no se tiene derecho alguno a disponer.
El “deseo” o “no deseo” NO incide sobre el valor de una persona, ni biológicamente ni legalmente. Por ello planteamos la contención y seguimiento multidisciplinario de los casos. Bregamos, también, por la agilización de los trámites de adopción y por la aplicación de la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI), con los contenidos disponibles en la misma.
La epidemiología del aborto legal es negativa.
España y Uruguay tuvieron un incremento en los números totales de abortos después de la ley.
RAND Corporation, un prestigioso laboratorio norteamericano de investigación social afirmó que el aborto se convirtió en un real substituto de métodos anticonceptivos. Claramente, se observó esto en Uruguay, en donde, en 2013 los abortos por propia voluntad fueron la primera causa de abortos 6.999 (93,41%), muy por encima de otras causas, como violaciones (0,13 %), riesgos sobre la salud de la mujer (0,14%) y anomalías incompatibles con la vida (0,11%), entre otras. En 2017 se saltó a 10.167 abortos por causas voluntarias (99,84%), con disminución de las otras causas mencionadas.
El aborto legal es nocivo para el sistema de salud.
Se estima que el costo de cada aborto puede llegar actualmente a los $100.000. Esto, sin considerar la preparación de profesionales, equipamiento, y otros costos estructurales. Tendrá un impacto enorme en el ya exhausto sistema hospitalario, y, mucho más, en la atención a embarazadas y niños recién nacidos, lo que, paradojalmente, aumentará la mortalidad materna que se dice se intenta disminuir.
La falsa objeción de conciencia criminaliza a médicos.
Si bien este proyecto de ley contempla la objeción de conciencia individual prohíbe la objeción de conciencia a nivel Institucional. Esto atenta contra los principios consagrados en el ART. 19 de nuestra propia Constitución y contraviene también normas enunciadas en la ley 25.673 “Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable”, en el Art. 10 de la ley (Objeción permitida a Instituciones privadas confesionales).
Este proyecto de ley convierte a los médicos en operadores mudos, porque les prohíbe ofrecer a la madre alternativas menos perjudiciales que el aborto.
Recordamos un párrafo del Juramento Hipocrático que los médicos juramos desde el tiempo de la Grecia antigua:
“Jamás daré a nadie medicamento mortal, por mucho que me soliciten, ni tomaré iniciativa alguna de este tipo; tampoco administraré abortivo a mujer alguna. Por el contrario, viviré y practicaré mi arte de forma sana y pura”.
Por todo lo anterior, esta agrupación pide a los diputados nacionales Ginoccio, Brizuela del Moral, López Rodríguez y, en particular a los colegas Corpacci y Manzi, quienes entienden de la improvisación técnica de este proyecto de ley de aborto, que lo rechacen por el bien de los argentinos por nacer y para evitar mayores males al sistema de salud pública”.