La intendenta de Valle Viejo, Susana Zenteno, ofreció el discurso con su informe de gestión, en la apertura de un nuevo periodo de sesiones del Concejo Deliberante chacarero.

Impecable en su presentación, que tuvo como marco la embellecida plaza de San Isidro, la jefa comunal detalló obras y proyectos con una sonrisa a flor de piel.

Lo que se hizo, lo que queda por hacer, los anhelos para lo que viene, las dificultades. Todo fue mencionado por Zenteno, que hizo gala de una tranquilidad que habrán sentido como un puñal sus muchos detractores: los de adentro y los de afuera de la gran casa peronista.

Desde el primer día que esta maestra y madre de familia puso en pie en política, encontró piedras en el camino y zancadillas de opositores y supuestos aliados que no toleraban la proyección de una cara nueva en la política, de una mujer joven, de una persona que no había surgido de la incubadora de acuerdos y negociados propios de la vieja política.

Ella, con un equipo de jóvenes, se lanzó sola en una cruzada contra el nefasto caudillo que actuaba a pura prepotencia como dueño de Valle Viejo, y también enfrentando a las estructuras tóxicas de un peronismo funcional al eterno mandamás.

Primero dio el golpe en la interna, y cuando fue por la conducción real de Valle Viejo, todos se unieron para impedir su llegada. Pero ganó.
Ya en el poder, se visibilizó la alianza de rivales internos y externos, poniendo un arsenal de chicanas y maniobras para frustrar el proyecto diseñado para el departamento. Y llegó la pandemia, y los problemas presupuestarios, y los reclamos de quienes habían visto esfumarse los privilegios y las oportunidades de lucrar desde la función pública.

A todos ellos, sin mencionarlos, les respondió Zenteno en su discurso. Sin agravios: con acciones, con obras, con mejoras y avances.
Zenteno triunfó y salió más fuerte que nunca de ese primer año en que no encontró más que palos en la rueda.
No lo hizo porque sea una heroína, sino porque no está sola, aunque en el mundillo de la política departamental sólo vea rivales y traidores.

Susana Zenteno cuenta con un arma a su favor, que es el amor de la gente, el respaldo de los vecinos, el apoyo de la comunidad de Valle Viejo. Con ellos superó todos los escollos, con ellos está saliendo adelante. Y con ellos proyecta lo que viene. Porque se sabe, por mucho odio, rencor y afán de destruir que aparezca, el amor es más fuerte.

Franco Iramaín ( Coordinador General de la Municipalidad de Valle Viejo )