Pero quienes manejan la economía plantean que la situación presupuestaria limita las posibilidades.

En medios del Gobierno se ha desatado una fuerte discusión sobre hasta dónde debe llegar la asistencia del Estado en medio de la crisis provocada por la pandemia de Covid-19. Desde sectores vinculados al kirchnerismo se plantea la necesidad de aumentar las ayudas, en tanto que desde la Jefatura de Gabinete y del Ministerio de Economía se responde con que ya se han ampliado las medidas de asistencia y que la situación presupuestaria limita las posibilidades de comprometer nuevos recursos.

Más específicamente, desde la organización La Cámpora que dirige Máximo Kirchner, ha trascendido que consideran necesario reestablecer una suerte de Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) como el que rigió el año pasado.

Dado que la situación actual no es tan grave como en 2020, desde este sector se estima que la ayuda debería alcanzar a unos 4 millones de personas. Señalan, al respecto, que se trataría de un refuerzo en los ingresos de un sector de la población particularmente afectado por la suba en los precios de los alimentos y las dificultades que subsisten para conseguir empleo. Primeras cifras que han circulado indican que el subsidio sería del orden de los 7.000 pesos mensuales.

Como antecedente, cabe recordar que tanto desde La Cámpora como desde el entorno del gobernador Axel Kicillof, principal referente económico de la vicepresidente Cristina de Kirchner, el año pasado se consideró “prematura” la finalización de la asistencia IFE, tras el otorgamiento de tres tandas mensuales de $10.000 por beneficiario que culminaron en octubre.

Más recientemente, en el Instituto Patria se viene analizando críticamente la marcha de los precios y particularmente la suba en los alimentos. En lo que va del año, el costo de vida global viene subiendo a razón de 4% mensual y las proyecciones de las consultoras privadas arrojan que durante mayo los alimentos subieron entre 3 y 4%. Así, previsiones privadas de inflación superan el 40% anual a distancia del 29% previsto en el presupuesto.

Le reprochan al ministro de Economía no atender suficientemente la problemática de la inflación y centrar su atención en un posible acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, extremando el cuidando las cuentas del Tesoro Nacional, lo que lleva a retacear partidas para las asistencia.

En tanto, desde la Jefatura de Gabinete se defienden argumentando que hasta el mes de abril ya se han comprometido gastos por encima del presupuesto, equivalentes a 1,3 puntos del PIB, 480.000 millones de pesos aproximadamente.

En fuentes oficiales se destaca que el financiamiento de estas ayudas surge del aumento de los ingresos tributarios, particularmente por los recursos aportados por el impuesto a la riqueza y el aumento en los derechos de exportación (suba en los precios internacionales mediante) a lo que se suma el incremento de los impuestos producto de la recuperación en el nivel de actividad.

Un subsidio como el refuerzo a los ingresos que proponen desde La Campora implicaría un gasto adicional del orden de los 28.000 millones de pesos que, anualizados, equivaldrían a 0,9 puntos del PBI.

Ajuste

Desde sectores del kirchnerismo se acusa al ministro de Economía, Martín Guzmán, de llevar adelante un fuerte ajuste económico, a tono con la demanda del Fondo Monetario Internacional. Los cifras del Tesoro muestran que en el primer cuatrimestre del año, el déficit fiscal primario –es decir sin contemplar el pago de intereses de la deuda- fue de 0,2% del PBI, es decir que se registró un importante ajuste respecto de 2020 (-1,4%), a un nivel y cercano al logrado en los primeros cuatro meses de 2018 (-0,3%), cuando gobernaba Mauricio Macri.

Desde el Palacio de Hacienda se responde que, por un lado, los resultados del primer cuatrimestre del año no reflejan las últimas ayudas como la ampliación del REPRO y el mayor alcance de la ayuda alimentaria. Por otra parte, y en lo sustancial, insisten en la necesidad de transitar “un sendero de consolidación fiscal”.

Los ingresos adicionales por derechos de exportación significarían unos 380.000 millones de pesos, según el cálculo del economista Leonardo Chialva. Por otra parte, el impuesto a las fortunas supone un aporte extra por 230.000 millones de pesos. Los números del director de Delphos arrojan que estos recursos adicionales son suficientes para compensar los mayores gastos comprometidos, incluyendo un aumento en los subsidios económicos por la decisión de “pisar las tarifas”, pero no alcanza para más si se quiere cumplir el presupuesto.

Cálculos privados arrojan que los números del Tesoro de los primeros meses del año permitían proyectar un déficit primario algo superior a 3%, un desequilibrio que sería aceptado por el Fondo Monetario Internacional. Con las últimas medidas de asistencia, se estima que, de no haber nuevos gastos imprevistos, se podría cumplir con la meta de 4,5 contemplada en el presupuesto.

Vencimientos

La cuestión fiscal no es menor en momentos en que se acercan vencimientos con los organismos multilaterales. Hoy vencen los 2.400 millones de dólares que la Argentina debe al Club de París. Se descuenta que no se hará el pago y que el país tomará los 60 días de “cura” para lograr una postergación de los vencimientos.

Si bien en mayo el Banco Central logró adquirir más de 1.600 millones de dólares (datos al viernes pasado), con lo que acumula compras por más de 2.500 millones de dólares en lo que va del año, las reservas netas rondan los 7.000 millones de dólares, de donde afrontar el vencimiento con el Club de París implicaría la pérdida de más de la tercera parte de estos activos.

Consultadas sobre la posibilidad de que el Fondo formule una declaración en este sentido, fuentes del organismo señalaron a Ámbito, que “las conversaciones con la Argentina siguen de manera constructiva” pero también dijeron no tener novedades adicionales. Asimismo, todavía no hay fecha para una nueva misión del organismo.

Si el país ingresara en default con el Club de París – alternativa que niegan desde la Casa Rosada- se penalizaría al país capitalizando los saldos adeudados de forma retroactiva al 31 de mayo de 2014 a la “tasa final” de 9%, según un informe de la consultora PxQ. Esto implica que en caso de incumplimiento en 2021, la deuda con el Club de París aumentaría casi 2.000 millones de dólares.

En todo momento, desde el Poder Ejecutivo se insiste en que la intención del Gobierno es llegar a un acuerdo con los organismos multilaterales de crédito. Sin embargo, y a medida que se acerca la fecha de las elecciones, tiende a crecer la expectativa en cuanto a que no habrá acuerdo con el Fondo Monetario Internacional antes de los comicios de fin de año.

En estas condiciones, desde el kirchnerismo se insiste en la necesidad de reforzar la ayuda social, particularmente en la provincia de Buenos Aires, para de esta forma consolidar el proyecto político del Frente de Todos en las próximas elecciones.

Desde el Palacio de Hacienda, en cambio, se advierte que un gasto excesivo (que debería ser financiado por emisión ante la falta de crédito que sufre el país) podría volver a generar tensiones en el frente cambiario.

 

fuente: Ámbito