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En tiempos donde lo virtual invade a cada instante, donde la inmediatez y la falta de tiempo son moneda corriente, y donde la imagen se impone con su cualidad efímera, encontrar gente que se tome el tiempo para enseñar un oficio, transmitir su experiencia y sabiduría y trabajar con un elemento perenne, concreto y noble, no es muy común.
Esto es lo que hace Mel Belluzo en Experimento Casa. “Damos talleres de carpintería, reciclado de muebles y otros oficios relacionados a la carpintería, pero lo más importante es poder transmitir y enseñar el placer de trabajar con madera”.
A diferencia de los objetos industriales, los objetos artesanales construidos con madera son únicos e imperfectos como quienes los hacen. Ninguno es igual al otro. Este respeto hacia lo natural es lo que lleva a Mel Belluzo a pensar que “si yo termino y no le doy la protección necesaria, le estoy restando importancia a lo que hice”.
Enseñar y transmitir saberes también es una forma de proteger la sabiduría y las experiencias de cada uno, como reflexionó Belluzo: “Proteger la madera es súper importante, porque es gratitud al trabajo que ya hicimos”.