La tendencia detox va más allá de la alimentación; es todo un estilo de vida. La gurú natural Marina Borenztein y otros expertos nos cuentan más acerca de este interesante modo de encarar un cambio de hábitos de manera holística.

Nuestro cuerpo se encuentra en constantes procesos de desintoxicación,eliminando residuos y materiales tóxicos que ingerimos, entre otras cosas. No obstante, la vida que llevamos, el entorno y los alimentos que consumimos, muchos procesados, industriales e irritantes, hacen que nunca el circuito pueda completarse.

Por eso, en cuanto a la dieta, hay dos posibilidades: desintoxicarse a través de diferentes métodos de corta duración, consumiendo sólo líquidos y jugos, y/o llevar una alimentación lo más sana posible. Una cosa, por supuesto, no quita la otra.

Volver a lo puro y natural
“La detox está de moda, pero hay que tener cuidado. Cuando la hacés, estás eliminando sustancias acumuladas que tenemos de toda la vida, inherentes a nuestro metabolismo; nuestro cuerpo fabrica toxinas, independientemente de lo que comamos. Se mueren células, tenemos infinidad de seres conviviendo con nosotros que mueren, todo esto son toxinas que tenemos que ir eliminando. Con lo cual, la fantasía de estar desintoxicado es eso, una fantasía. El punto es que a través de los alimentos, el lugar donde vivimos, etcétera, vamos acumulando más sustancias tóxicas en el tejido adiposo – explica la nutricionista Laura Serna –.

Es decir, cuando nuestro organismo no logra eliminarlas a través de los cinco órganos que se dedican a esto -la piel, los pulmones, el hígado, el intestino y los riñones-, se comienza a acumular en el tejido graso. Cuando hacés una detox, removés eso y puede ser peligroso que hagas una remoción muy profunda de golpe porque tus órganos tampoco dan abasto para liberarlo.

Colocás mucha sustancia tóxica en el torrente sanguíneo de repente,cuando estaba escondida, callada. Así que hay que tener en cuenta la salud del paciente, el estilo de vida y hacerla con un profesional.

Se puede hacer un día por semana, por ejemplo los lunes, o dar reposo digestivo 15, 16 horas para que el cuerpo todos los días tenga tiempo de desintoxicarse.

La mejor hora es de 4 de la madrugada a 12 del mediodía, es el momento en el que el cuerpo está poniendo en marcha esa función natural de reparación y se lo puede ayudar”. Por esto, es importante tener en cuenta cada caso.

Así, “las técnicas detox se orientan a restablecer estos procesos de limpieza y aliviar la sobrecarga de alimentos tóxicos y pesados que entorpecen los mismos y, a la larga, los enlentecen, dando como resultado la dificultad crónica para bajar de peso, cansancio, problemas en la piel por toxicidad en la sangre, insomnio, problemas digestivos y todo tipo de bajas en el sistema inmunológico, con lo cual sobrevienen enfermedades”, explica Clara Schmiegelow, médica tradicional china, doctora en acupuntura y consultora nutricional.

Por otro lado, están los buenos hábitos a cultivar. Serna, especialista en alimentación naturista, puntualiza: “Todo lo industrializado tiene sustancias químicas, cuanto más las podamos evitar mejor. En general, terminan con ANTE: colorante, conservante, edulcorante y saborizante deterioran nuestra capacidad de defensa, nuestro sistema inmune”. Y así como hay alimentos que traban su buen funcionamiento, los hay que lo estimulan, claro, ¡a no desesperar!
Empezar
“El primer paso es tomar consciencia – remarca Marina Borenztein, autora de Así me cuido yo y Paz, amor y jugos verdes (Editorial Planeta)- . Conectarme con mi cuerpo, mi mente y mi espíritu, porque no se trata sólo de lo físico, y empezar a ver qué me hace bien, qué no, cómo poder sentirme mejor, qué recursos utilizar. En mi caso a partir de un cáncer que me detectan, que era el síntoma de la enfermedad, empecé a desandar un camino de autoconocimiento que hoy me lleva a querer compartir esto que yo fui recolectando para mí con todos los demás”.
En este sentido, enumera detrás de una sonrisa: “Yo casi no consumo carne roja, estuve cinco años sin consumir nada de nada. No consumo tampoco lácteos, ni harinas, excepto algunas integrales, de almendra o arroz. Pero cada cual deberá investigar qué le sirve a cada organismo, consultar profesionales que acompañen el proceso y tener en claro que el objetivo es mejorar la calidad de vida, no enfermarnos y sobre todo disfrutar a pleno este templo en el que vamos a habitar el mundo, lo que nos conforma como seres, su parte material que es el cuerpo y la energía alrededor del mismo que es lo que nos compone”.
Para generar el shock de conciencia inicial, Borenztein diseñó un plan de tres días, para probar algunos de los cuidados que tiene consigo misma e intentar que la persona perciba la diferencia de un cambio de hábitos de una manera rápida y contundente. Pero no para todos el camino es el mismo.

“Cada uno es único, tiene sus procesos y tiempos, algunas herramientas que me sirven a mí pueden no ser para todos, pero cuanto antes seamos conscientes de lo que necesita realmente nuestro ser, antes vamos a comenzar a vivir la vida plenamente, en armonía con nuestro cuerpo, nuestros pensamientos y nuestra alma. Por ejemplo, yo hago todo tipo de actividad física, yoga, pilates, voy al gimnasio. No importa si para otro moverse es subirse a una cinta y correr 12 kilómetros. Cada uno buscará, pero ponerse a fabricar endorfinas, dopamina, mantener la masa muscular y ósea sana, es fundamental para todos”, ejemplifica la gurú naturista.
Otro tip importante pasa por los productos que usamos en la piel, el órgano más grande del cuerpo y a través del cual también podemos absorber químicos que impidan su buen funcionamiento.

Mantenerla limpia, bien cepillada y utilizar productos de calidad sin ingredientes tóxicos es clave.

Las emociones afectan los procesos corporales y esto no es novedad. Por eso, “en cuanto al espíritu, resetear los pensamientos, limpiarlos de mecanismos mentales tóxicos que harán que repitamos patrones de comportamiento nocivos y crear el hábito de tener la mente plena de afirmaciones positivas es clave. Algunas herramientas para esto pueden ser las técnicas de Mindfulness, respiración, meditación, cualquier forma que implique detener el ritmo ajeno, conectarse hacia el interior,y saber que somos hacedores de nuestra propia vida, que tenemos el deber, la responsabilidad y la libertad de llevar adelante la existencia que queramos”, detalla Borenztein.

Verde que te quiero verde
Por su parte, Schmiegelow señala que es sólo en ciertas estaciones que podemos hacer limpiezas alimenticias más fuertes, donde el cuerpo lo necesita y la estación lo permite, como son la primavera y el verano. “En esta época del año, es cuando el hígado y la vesícula biliar necesitan de nuestra mayor atención. Así los procesos de limpieza y desintoxicación del cuerpo se activan, aliviando a estos dos órganos encargados de eliminar las toxinas que consumimos durante el invierno, recuperando nuestra  energía”.

La Medicina china y la nutrición holística moderna promueven el consumo de jugos verdes como los reyes de estos procesos, tomados, investigados y mejorados por Borenztein.

La Medicina china y la nutrición holística moderna promueven el consumo de jugos verdes como los reyes de estos procesos (Shutterstock)

“Uno de mis favoritos es: dos peras, medio limón, dos ramas de apio, cinco hojas de kale, 2,5 cm de jengibre y aloe vera“. Al no ingerir sólido y no usar la masticación, no comienza el proceso de la digestión. Por eso el jugo es tan útil para hacer un pequeño ayuno. “De esta manera, le das a tu aparato digestivo la oportunidad de parar, de hacer reposo. En este proceso tiene la posibilidad de desintoxicarse, porque nuestro maravilloso intestino (también denominado segundo cerebro) no puede hacer dos cosas a la vez como digerir y desintoxicar. Durante el ayuno, al no haber proceso digestivo, no utilizamos enzimas y ese reposo, es lo que permite que realicemos procesos de desintoxicación y regeneración, de esta manera cuidamos el potencial enzimático y permitimos que el organismo realice procesos de desintoxicación y regeneración”.

Stress y descanso
La otra clave es el buen descanso y el poder detener el ritmo alocadoque impone la vida laboral, los problemas cotidianos y sobre todo, el ritmo de los otros. Descansar ocho horas, dejar de lados las preocupaciones, poder ejercitar esa barrera mental que nos dice “bueno, no resolví todo, mañana será otro día”, y hacer el ejercicio de la pausa, la conexión interior. “Meditar antes de dormir trae grandes resultados“, señala Borenztein.

Además, comparte que todos tenemos que realizar cambios a partir de esa observación, que no es inútil, que hay que convertirla a nuestro favor: “Yo ni veo televisión. Hace años que detecté que me quita energía estar observando cuestiones de la vida ajena, prefiero centrarme en la mía y sólo veo alguna película ocasional o me informo sobre un tema buscando un articulo periodístico determinado por un interés propio. También me beneficia a la hora del descanso ir descendiendo los decibeles en la última parte del día, recurro a la aromaterapia y darme un baño de lavanda por ejemplo, consumir un té de manzanilla, tilo o jengibre. También doy las gracias, la gratitud es magia que mueve montañas, agradecer a la vida, sentir la abundancia alrededor y ser amorosos con nosotros mismos. Cada cual buscará su modo. No es de la noche a la mañana, pero si se ejercita la voluntad, que es como un músculo, y se trabaja en esta dirección a diario, cada día estaremos menos inflamados, intoxicados y más felices, plenos y satisfechos con nuestra vida”.

Fuente: Infobae