Lucas Barrón pasará este lunes a la historia cuando se convierta en el primer corredor con síndrome de Down en participar del Rally Dakar, una de las citas automovilísticas más extremas del mundo.

“Nuestro objetivo es terminar la ruta y llegar a la meta”, dijo Lucas, que será el copiloto de su padre, Jacques Barrón en una carrera que tendrá unos 334 vehículos, 534 pilotos y copilotos, 10 etapas, 5.598 kilómetros y un solo país: el Dakar-2019 arranca el lunes en Lima (Perú), una 41ª edición 100% arena que se aventura particularmente exigente y selectiva. 17 mujeres se sumaron a esta carrera.

Limeño de 25 años y apasionado del hip hop y el rock, Lucas viene entrenando desde hace meses para la carrera y se siente “preparado y capacitado para superar las dunas del desierto”. Padre e hizo competirán en la categoría SXS y recorrerán nada menos que 5.000 kilómetros de suelo peruano en un pequeño UTV arenero que Jacques compró por 30 mil dólares. “Esta carrera es buenaza para mí. Será fácil porque sabemos la ruta“, dijo Lucas a AFP y agregó que su función será evitar fallos mecánicos y estar al tanto del estado de la ruta. “Lo voy a ayudar [a mi padre] a ver el motor, la ruta y los neumáticos”, especificó.

Las dunas peruanas no son un desafío nuevo para Lucas y Jacques, ya que en septiembre compitieron en el Dakar Series-Desafío Inca, una carrera preparatoria al Dakar 2019, que se corrió en las dunas de Ica, al sur de Perú. En esa ocasión terminaron en el séptimo lugar.

“Lucas ya tiene la licencia de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) para participar en el Dakar“, dijo por su parte Jaques, un ingeniero de 55 años que ya compitió cuatro veces en moto en esta mítica carrera.

“Después del Dakar 2013 tuve un accidente que me machacó el hombro y tuve que dejar de competir. Estoy semi-impedido de esa zona, así que Lucas es, casi literalmente, mi mano derecha.

Si nos quedamos atascados no tiene problemas en empujar. Como yo le digo en broma, él es la mano de obra y yo la dirección técnica del equipo”, explicó Jacques en una entrevista y agregó que no hubo ningún problema para inscribir a su hijo en la competencia ya que los requisitos son los mismos para todos: superar todos los exámenes médicos y contar con los documentos exigidos.

“Lucas sabe cómo ver la temperatura de la faja, aceite y presión de los neumáticos”, afirmó Jacques y destacó que su hijo no le tiene miedo a nada y que sabe qué hacer ante cualquier inconveniente mecánico. “Los ojos de Lucas serán los ojos del vehículo para evitar impactar con otro carro o cualquier objeto”, añadió.

Otra de las alegrías que vivirá Lucas en los próximos días es volver a ver a uno de sus ídolos, el piloto francés Cyril Despres, amigo de su padre y con el que entrenaba cuando corría en moto. “Despres me escribió en Facebook y me felicitó”, contó sobre el quíntuple campeón de motocicletas del Dakar, quien en 2017 le regaló una camiseta autografiada la cual guarda como a un tesoro.

Este año, el Dakar consta de 5.000 kilómetros que los competidores deberán cubrir entre el 6 y el 17 de enero, jornadas en las que recorrerán Lima y las regiones sureñas de Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna. La etapa más dura para autos y camiones será el maratón de 370 kilómetros entre Arequipa y Tacna, en la quinta etapa (10 de enero).