El organismo interviene oficialmente en el caso de la nena de cinco años que desapareció hace nueve días en San Luis. Allanaron la casa de una tía y trece domicilios más.
A nueve días de la desaparición de Guadalupe Lucero en San Luis, Interpol activó un alerta amarilla para que la nena de cinco años sea buscada internacionalmente. Ayer el juez ordenó allanar la casa de la tía de la menor, donde la vieron por última vez, y otros trece domicilios del barrio en busca de rastros.
En las últimas horas dos comunicaciones telefónicas aportadas por la mamá de Guadalupe sacudieron la investigación. La mujer dijo que había recibido mensajes de WhatsApp desde un número privado de México en los que le preguntaban si quería a su hija viva y de regreso y después una llamada donde supuestamente escuchó de fondo la voz de la nena desaparecida.
La primera pista fue rápidamente descartada, aunque todavía analizan la llamada y también las imágenes captadas por una cámara de seguridad en las que se puede ver borrosamente a la mujer sospechada de haberse llevado a Guadalupe. “Interpol está colaborando desde un primer momento”, afirmó esta mañana en TN Lucas Chacón, vocero de la Policía local, tras lo cual admitió que se trata de una investigación “muy compleja”.
En este sentido, la alerta amarilla emitida por el organismo internacional traspasa las fronteras para que las fuerzas policiales a nivel mundial queden advertidas sobre una persona desaparecida, en particular si se presume que fue víctima de un rapto. De esta manera, los países pueden solicitar e intercambiar información esencial para la causa.
Por otra parte, los investigadores remarcaron la importancia del video registrado por una cámara ubicada a 700 metros de la casa de la tía de Guadalupe, que es donde desapareció. “La imagen es muy mala, se ve borrosa y por eso estamos intentando mejorarla pero a priori se ve a una mujer vestida de negro y a su lado se observa una silueta que da toda la impresión que es una nena”, indicaron.
Se trata de la misma descripción que hizo en su momento la única testigo directa de la desaparición de Guadalupe: su prima de 3 años, con la que estaba jugando en la vereda. La grabación coincide también con el horario señalado por el entorno de la víctima.