Los restos permanecerán en ese templo hasta este sábado, cuando se realice el funeral. Luego, habrá nueve días de ceremonias religiosas.
Más de 100 mil fieles concurrieron, en los dos primeros días, a la Basílica de San Pedro para darle el último adiós al papa Francisco, fallecido a los 88 años por un derrame cerebral.
Según indicó la Oficina de Prensa del Vaticano, hombres, mujeres y niños de varios países formaron varias colas para despedirse del Sumo Pontífice, quien yacía en el ataúd con un rosario entre sus manos, un anillo de plata, la mitra blanca en su cabeza, vestido con una casulla roja y un palio con cruces bordadas en negro.
Mientras la Guardia Suiza custodiaba el cuerpo de Francisco, carabineros, Policía de Estado, Guardia de Finanzas, agentes y patrulleros de la Policía local de Roma vigilaban las inmediaciones de la Plaza de San Pedro, que eran colmadas por los religiosos.
Por su parte, un total de 113 cardenales participaron este jueves de la tercera Congregación General donde se determinó que el cardenal Víctor Manuel Fernández, de 62 años, celebre la Misa del sexto día de los Novendiales, en lugar del cardenal Kevin Farrell.
Como parte del esfuerzo de Francisco por simplificar los ritos funerarios papales, su cuerpo yace en un ataúd de madera abierto, habiendo eliminado la tradición de tener tres ataúdes de ciprés, plomo y roble.
El cuerpo de Jorge Bergoglio permanecerá en la Basílica de San Pedro hasta este sábado, cuando se lleve a cabo el funeral y las exequias en la iglesia Santa María La Mayor.
“Novendiali”: nueve días de misas
Paralelamente, se anuncio que, luego de la misa funeral del papa Francisco, el sábado, se iniciará el ciclo de “Novendiali”, nueve días consecutivos de celebraciones litúrgicas en sufragio del pontífice fallecido, una tradición milenaria en la Iglesia Católica.
Cada jornada contará con una misa presidida por un cardenal distinto y reunirá a grupos específicos ligados al ministerio del papa Francisco, “en una expresión del carácter universal de su pontificado y del vínculo que tejió con diversas comunidades dentro de la Iglesia”, se explicó.
Las celebraciones de los días 30 de abril y 4 de mayo estarán reservadas exclusivamente a los cardenales, quienes deberán presentarse con mitra blanca damascada en la Capilla de San Sebastián.
“Esta serie de misas pone de manifiesto no solo la dimensión espiritual de la despedida al papa Francisco, sino también el profundo impacto que tuvo su figura en todos los rincones de la Iglesia. Un tributo plural y solemne para quien, con humildad y coraje, llevó la palabra de Dios a las periferias del mundo”, destacó el Vaticano.