La diputada y presidenta del bloque de la UCR, Silvana Carrizo, salió al cruce de lo expresado por el gobernador Raúl Jalil, quien insiste en que la provincia “no está en condiciones de otorgar aumentos” por enfrentar un supuesto “déficit”. Sin embargo, los números oficiales lo desmienten, al 28 de febrero de 2025, la Contaduría General de la Provincia registra un superávit financiero de $27.924 millones. “¿Entonces de qué crisis estamos hablando?”, planteó la legisladora.
En efecto, Jalil argumenta que “faltan $5.000 millones” para cerrar las cuentas, pero si se toma como base los ingresos provinciales acumulados entre enero y marzo —más de $309.000 millones—, ese presunto déficit representa apenas el 1,6% de los ingresos del trimestre. Según Carrizo, se trata de “un número menor, estacional y absolutamente manejable en cualquier administración seria”.
Asimismo, la diputada radical pone el foco en el verdadero problema, el uso de los recursos. “No es que no haya plata, sino que se gasta mal”, denunció. Mientras se restringen áreas esenciales y se frena la actualización salarial, el Departamento Ejecutivo, el entorno del gobernador y sus funcionarios absorben más del 7,5% del gasto total provincial. Esta cifra supera incluso al Poder Judicial (5,12%) y al Legislativo (4,03%). “Estamos frente a una estructura sobredimensionada que crece en funcionarios, pero no en respuestas”, advirtió Carrizo.
A esto se suma otro dato clave, la supuesta caída de la coparticipación tampoco resiste análisis. En marzo de 2025, Catamarca recibió un 15,8% más en términos reales que el mismo mes del año anterior, y acumuló un crecimiento real del 14,5% en el primer trimestre. “No hubo menos fondos. Lo que hubo fue mala gestión y prioridades equivocadas”, afirmó la diputada boinablanca.
Mientras tanto, el gobernador intenta justificar el ajuste. “Dice que hay que hacer veredas porque no alcanza para casas”, ironizó Carrizo, y remarcó que el superávit se estaría consiguiendo a costa de recortar servicios básicos, como los programas de alimentación. “Esto no es equilibrio fiscal: es un ajuste social encubierto con discurso de prudencia”, sentenció.
Finalmente, la diputada rechazó que se culpe a la oposición o a Nación por los problemas locales. “Esa es una maniobra política que no resuelve nada. La responsabilidad de administrar bien es del gobernador, y de gestionar fondos también. Hoy el gobernador elige sostener una estructura ineficiente de funcionarios, y conseguir capitas para su sanatorio, para sus intereses personales, ante el gobierno nacional, en lugar de gestionar para los catamarqueños”, concluyó.