Decidido a profundizar el ajuste, Javier Milei hizo uso de sus facultades delegadas para cerrar o fusionar organismos. Sin embargo el desguace del Estado encontró un freno en el Congreso de la Nación.
La ambición del presidente Javier Milei de convertirse “en el topo que destruye el Estado desde adentro” comenzó a encontrar, aunque tardíamente, un freno en el Congreso de la Nación. Es que este miércoles volvieron a funcionar una serie de organismos que el gobierno libertario había cerrado, fusionado o desregulado por decreto en su plan de desguace del Estado.
Así quedó plasmado en los Decretos 627/2025 y 628/2025 publicados hoy en el Boletín Oficial con las firmas de Milei y de todos los ministros que forman parte de su Gabinete.
De esta manera el gobierno libertario tuvo que dar marcha atrás con la fusión entre el Instituto Nacional Yrigoyeano y el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas (Decreto 345/25); con la incorporación del Banco Nacional de Datos Genéticos como organismo desconcentrado de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología (Decreto 351/25); con la disolución de la Comisión Nacional del Tránsito y la Seguridad Vial, de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) y la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) (Decreto 461/25) y con la eliminación de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME) (Decreto 462/25).