Los Dres. Marcos Quesada y Lucas Gheco, Investigadores del Instituto Regional de Estudios Socioculturales, IRES-CONICET/UNCA y Docentes de la Escuela de Arqueología, obtuvieron una beca que les permitirá desarrollar un proyecto de investigación para explorar una tumba en Egipto. Ambos fueron seleccionados por sus trabajos y la metodología utilizada para el estudio de pinturas rupestres en Oyola y otros sitios de la provincia.

“Estamos muy contentos porque obtuvimos como parte de un consorcio de investigadores argentinos un subsidio internacional para llevar adelante un proyecto de investigación para explorar una tumba en Egipto”, expresó Quesada en diálogo con un medio local.

“Lo que nos llena más de orgullo es que el tipo de investigación que vamos a desarrollar tiene que ver con una metodología de trabajo que desarrollamos en las cuevas con arte rupestre de Ancasti, correspondientes a un relevamiento muy detallado realizado con el equipo que venimos trabajando desde hace varios años con la UNCA y el IRES en lugares como La Candelaria y Oyola. Allí relevamos de manera muy detallada las técnicas, los instrumentos, superposiciones y demás elementos que dan cuenta de la historia de formación de estos conjuntos, con la aplicación de técnicas arqueométricas para el estudio de las pinturas y las composiciones. Nos pone contentos poder estar desarrollando desde aquí metodologías adecuadas para investigar una variedad de casos incluso la historia de una tumba dinástica”, concluyó.

Los arqueólogos integran el Programa de Investigación “Biografías de Beb-e-Ta3lab / Tumba Tebana 93 (Qen-Amón) Lúxor, Ribera Occidental, Rep. Árabe de Egipto”. Se trata de un proyecto de cooperación binacional formado por investigadoras/es en diversos campos científicos como la arqueología, antropología, química, bioantropología, conservación del patrimonio y egiptología; y conformado por científicas/os y de instituciones académicas egipcias y argentinas (CONICET, Universidad Nacional de Córdoba, Universidad Nacional de Catamarca, Universidad Nacional de San Martín). Actualmente está financiado mediante el proyecto “The material side of heritage construction and beyond it: a biographical approach to an egyptian tomb history throughout it walls” de la Wenner-Gren Foundation (EEUU).

Sobre la investigación
La investigación se centra en la zona arqueológica conocida como “Necrópolis de Tebas”, en la ribera occidental de la actual ciudad de Lúxor (Rep. Árabe de Egipto), en particular, en la Tumba Tebana (TT93). Esta tumba fue construida como casa de la eternidad de Qen-Amón, un importante dignatario del gobierno del faraón Amenhotep II (o Amenofis II), de la dinastía XVIII, que reinó entre ca. 1443 a 1417 a. C.
En las paredes y techos de las varias cámaras de esta tumba subterránea se exhiben diferentes escenas de notable desarrollo del arte mural egipcio. El lugar fue también conocido por la población local como “Puerta del zorro”, según registros de inicios del siglo XX.

Las numerosas tumbas de la necrópolis tebana, Patrimonio de la UNESCO desde 1979, fueron, además, ocupadas como viviendas por los primeros cristianos coptos a inicios del 1er milenio de nuestra era y por poblaciones que se refugiaban de la administración otomana. También ha sido el hogar de cientos de personas por al menos 200 años, hasta el 2010 cuando se concluyó el desalojo de la zona. El programa de investigación prevé diversas líneas de indagación, a través de las potentes herramientas que ofrecen la arqueología, etnografía y otras disciplinas científicas, que nos permitan acercarnos a la gran complejidad de estas historias de la tumba TT93.

En la próxima etapa de trabajo de campo, que se extenderá en los meses de noviembre y diciembre se realizará una investigación exhaustiva de las huellas materiales de cada etapa histórica, desde su confección y uso inicial hasta su definición como Patrimonio de la Humanidad en las últimas décadas. Algunos de los métodos que serán empleados han sido afinados en experiencias anteriores de investigación de las complejas historias de pintado de los conjuntos de arte rupestre del este catamarqueño, especialmente en el Cerro de Oyola (dpto. El Alto) y La Candelaria (dpto. Ancasti).