El viernes a la noche, luego de agonizar por doce días, Ismael Herrera murió en la sala de terapia intensiva del Hospital San Juan Bautista.
El deceso se produjo a raíz del gravísimo traumatismo de cráneo que sufrió en la madrugada del 21 de julio pasado, al caer tras recibir un golpe de puño en el rostro e impactar la cabeza contra el cordón. El fiscal ordenó la detención del agresor y hoy, sería indagado nuevamente.
El incidente, por el que fue detenido e indagado por el delito de lesiones graves -el joven Herrera estaba internado- un joven de apellido Martí, quien recuperó la libertad tras el pago de una caución, sucedió a la salida de uno de los boliches emplazados en la denominda zona del Alto Fariñango.
En aquella oportunidad, las fuentes judiciales consultadas indicaron que tanto la víctima como su agresor habrían estado momentos previos a la pelea en el interior del mismo local bailable, donde habrían tenido un intercambio de palabras. Al retirarse, se encontraron en la playa de estacionamiento del boliche y fue entonces cuando, en un determinado momento, Martí le pegó en la cara con el puño. Herrera trastabilló y cayó al suelo, golpeando la cabeza con el cordón cuneta. Producto del impacto, Herrera quedó tendido, inconsciente en el suelo, hasta que fue socorrido por una ambulancia que lo trasladó al hospital, donde permaneció internado hasta el viernes.
Tras el ataque, el agresor se marchó del lugar. Realizada la denuncia por los familiares del joven ahora fallecido, el fiscal Víctor Figueroa ordenó su inmediata detención. Al día siguiente, Martí fue detenido e indagado por el supuesto delito de lesiones graves. La falta de antecedentes le permitió ser beneficiado con la libertad, previo pago de una caución.
Este es uno de los antecedentes más graves por resultar en la muerte, que ocurrió en la zona de los boliches, ya que existe otro episodio de violencia donde jóvenes que concurren a bailar son agredidos, quedando inconscientes e internados en el hospital.
