El sargento llegó al banquillo de los acusado por el femicidio de Cintia Aranda (37) y también por dispararle a quemarropa a la hija de la mujer.
El sujeto admitió los hechos por lo que evitó el juicio por jurados.
El efectivo policial estaba acusado de los delitos de homicidio doblemente calificado por mediar relación pareja y femicidio e intento de homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por el vinculo en un sangriento hecho ocurrido en la localidad de Saujil.